viernes, 14 de octubre de 2011

«Para ducharte llenas una tina y vas por parroquias»


Vecinos de Monte Xalo, en Cerceda, y Xeve, en Pontevedra, explican cómo repercute la mala o buena gestión del agua

«Para ducharte llenas una  tina y vas por parroquias»
Los problemas de agua en Monte Xalo, una urbanización que se divide entre los concellos de Cerceda y Carral, no son nuevos. Ya los hubo hace cinco años, pero este verano se multiplicaron. Tanto lo hicieron que varios días de esta semana los cerca de 400 vecinos que viven en el lugar han tenido que conformarse con solo dos horas de agua al día. «Hay entre las ocho y las diez de la noche, pero algunos no tienen nada», explica una de las camareras del bar O Castelo, Xiana Gestal.


Entre esos que han visto cómo el chorro que emanaba del grifo iba adelgazando poco a poco hasta quedarse en un hilo fino que no alcanza ni para llenar un vaso está la familia de Maica Mateo. «El otro día cortaron el agua y estropearon la lavadora. Mírala, ahí está. El mayor problema lo tenemos los que no tenemos pozo. Para beber y hacer la comida vamos a una fuente que hay en una finca cercana. Para ducharte, llenas una tina y vas por parroquias», asegura.
Aunque achaca el problema a la sequía, también culpa en parte a la gestión que se ha hecho del agua en la comunidad. «Muchas veces no se racionaliza el agua. Hay que ser solidarios», dice. Esa opinión la comparten más vecinos del lugar. Critican que los residentes de fin de semana utilicen el agua para regar, cuando hay escasez para los que están ahí todo el año.
Una gestión diferente a la que, según algunos vecinos, parece que se ha realizado en Monte Xalo es la que hace la comunidad de aguas de San Andrés de Xeve (Pontevedra). Ahí hay problemas de agua, pero en ningún momento los vecinos han sufrido cortes. «Enviamos una carta para que los vecinos restringieran el uso. Además, el que tenga pozo es mejor que desconecte la red y lo utilice», explica Emilio, uno de los miembros de la directiva.
Y no esperaron a que el problema fuera a más. Cuando comprobaron que el nivel de los tanques que acumulan el agua que llega del alto de Acival comenzaba a bajar pidieron cisternas de agua. Ahora están buscando una corriente subterránea para hacer un nuevo pozo. Porque son ya 172 casas y el abastecimiento se les queda corto.

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