miércoles, 25 de mayo de 2011

Rescatada una película inédita sobre el Vigo de los años veinte

Nunca se imaginó el arquitecto vigués José Antonio Martín Curty que cuando a principios de los noventa un desconocido le entregó en su estudio un amasijo de hierros saldría de ellos una película inédita sobre Vigo del cineasta José Gil.
Trasladado al Instituto de Estudios Vigueses, del que Curty es presidente, pasó por un riguroso proceso de restauración con la ayuda del Centro Galego das Artes da Imaxe (CGAI), lo que permitirá presentarlo el miércoles en la estación marítima de la ciudad.
A la hora de elegir el espacio para la proyección de Noticiero de Vigo se ha tenido en cuenta que casi el 80% de la película tiene relación con el puerto vigués. «Cuando me lo entregaron pensé que no tenía valor alguno porque el señor sacó de una bolsa de plástico una caja de hierro oxidado con una bobina totalmente roja del óxido», explica Martín Curty, quien todavía recuerda cuando el donante le dijo: «Íbamos a tirarlo y pensamos que seguro que para ustedes tiene valor».
Comprobó en un primer pase que a duras penas se podían ver los tranvías pasando por Policarpo Sanz, y pensó que podía tratarse de un nodo.
Tras la intervención de la especialista en vídeos de la CGAI, María Ojea, para su recuperación, fue el propio director del CGAI, Guillermo Escrigas, quien le confirmó que la película pertenecía al director José Gil, era inédita y reflejaba el Vigo de los años veinte.
Curty suscribió un contrato con el Centro Galego das Artes da Imaxe por el que él sigue siendo el titular del documento y el organismo gallego se encarga de su conservación y se reserva el derecho a utilizarlo.
Como el «Titanic»
El documental mudo, de apenas quince minutos, ofrece una visión de la época con la llegada a la estación marítima de los turistas británicos vestidos al estilo de los pasajeros del mítico Titanic en contraste con el atuendo de la época de los vecinos de Vigo. Igual que en la actualidad, los turistas desembarcaban y eran trasladados en autocares a Baiona.
También aparece la descarga de contenedores y coches desmontados por piezas, así como un par de anuncios, algo muy habitual en la filmografía de José Gil. El edificio del Banco Pastor, de Manuel Gómez Román, y el del Moderno, de Pacewicz, este último con su cúpula original, ocupan lugar destacado en el documental, igual que el tranvía.
José Gil, fotógrafo y cineasta nacido en As Neves en 1870 y establecido en Vigo, fue uno de los pioneros del cine gallego y la primera persona que rodó una película de ciencia ficción en Galicia. Cuando en 1932 se dirige al Ayuntamiento de Vigo con el fin de solicitar un permiso para proyectar en la Porta do Sol, su estrella ya decaía, debido a la influencia del cine sonoro, según recoge Martín Curty en el libro Cines de Vigo, publicado por el Instituto de Estudios Vigueses. Falleció en la ciudad en 1937.

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