jueves, 9 de diciembre de 2010

El mayor yacimiento de hachas de gran tamaño de Europa, en As Neves

Los restos del Paleolítico recogidos en el área de Porto Maior podrían ser los más antiguos de Galicia
Autor:L.Míguez



Una demostración de machos para atraer a sus parejas, un taller de producción continua o un lugar de reserva para cuando el clima obligara a regresar. Incluso puede que una especie de carpintería de la que solo quedaran las herramientas. Muchas posibilidades, pero lo cierto es que todavía se desconoce el motivo de que en la zona de Portomaior, en As Neves, apareciera al mayor conjunto de hachas de gran tamaño de Europa. Pero ahí están. O estaban.
En realidad se descubrieron por casualidad en el 2006 cuando se realizaban obras de movimientos de tierras en la zona de la estación del ferrocarril del municipio de O Condado. Entonces empezaron a aparecer útiles de piedra tallados que hicieron que el vecino Manuel Ledo diera la voz de alarma a los arqueólogos.
Pese a las peticiones que se formalizaron ante la Xunta desde diferentes agrupaciones para realizar una excavación, finalmente el departamento de Patrimonio solo autorizó la retirada del material que había quedado al descubierto. El resto de la zona abierta se cubrió, puesto que los primeros expolios amenazaban con hacer desaparecer el importante hallazgo. El experto Eduardo Méndez, desde el Instituto de Estudios Miñoranos, ha sido uno de los encargados de estudiar este conjunto de grandes bifaces. «Las normales rondan los 15 o 17 centímetros pero estas superan ampliamente los 20 o llegan a los 30. Además no es un caso aislado, es un conjunto muy grande, de más de cien piezas», apunta el arqueólogo. De momento desconocen de que época exacta es el hombre que se encargó de tallar todas las piezas retiradas, unas 400. Las únicas pruebas que se han hecho, de luminiscencia estimulada, apuntan a que como poco tendrán 100.000 años. «Lo cierto es que esperamos que sea más antiguo que los restos encontrados en Arbo, así que podrían convertirse en una referencia del Paleolítico a nivel gallego», recuerda Eduardo Méndez.
Junto al Miño
En comparación con el encontrado en el vecino municipio, sí tienen en común el buen estado de conservación. De ahí se explica que, pese a que las hachas tienen filos y puntas muy finas, muchas de las piezas están intactas. El hecho de que los dos concellos se encuentren a orillas del río Miño no es casualidad. Todos los expertos apuntan a la facilidad de estudiar restos arqueológicos en las distintas terrazas que se forman en las orillas. Precisamente los útiles fabricados en la zona proceden de cuarcitas del río, que tienen una calidad excepcional y ha permitido que las herramientas sean de gran tamaño y no haya habido dificultad para tallarla. «Abordar una investigación sería muy importante para estudiar como eran los primeros ocupantes de Galicia y como ha evolucionado a lo largo del tiempo. Esperamos encontrar indicios de que el primer habitante llegó a la comunidad hace medio millón de años», apunta el arqueólogo. Por eso tienen la esperanza de obtener el visto bueno de la Xunta para poder realizar una excavación en la zona el próximo verano.

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